Juan vivía con su madre en el campo. Un día, mientras Juan paseaba, Se encontró un paquetito debajo de un árbol. Miró dentro del paquetito y vio que en él sólo había unas pequeñas semillas redondas; entonces, Juan se guardó las semillas en el bolsillo y se fue muy contento a su casa.
Juan plantó las semillas en el jardín de su casa y se fue a la cama porque estaba muy cansado. A la mañana siguiente, Juan descubrió que, de las semillas, habían crecido raíces y tallos tan largos que se perdían en las nubes. Juan trepó por uno de los tallos y al llegar arriba, vio un castillo.
Juan se acercó al castillo y entró con mucho cuidado. Dentro del castillo, sentado en un sillón, vio a un gigante que roncaba sin parar, con un montón de monedas de oro a sus pies.
Juan se acercó al gigante de puntillas y se llenó los bolsillos de monedas. Pero, de pronto, él gigante despertó y, dando un rugido, intentó atrapar a Juan.
Juan corrió hasta el tallo de las habichuelas mágicas, descendió por la planta y, cuando llegó al suelo, con un hacha cortó el tallo para que el gigante no pudiera bajar.
Juan y su madre vivieron muy felices desde entonces con las monedas de oro del gigante.
FIN |