JULIO VERNE

Julio Verne nació el 8 de febrero de 1828. Era el menor de los cinco hijos que tuvo el matrimonio formado por el abogado Pierre Verne y Sophie Allotte de la Fuye, esta última perteneciente a una familia de armadores. Desde muy pequeño demostró su talento en geografía, griego, latín y canto. Además, leía y coleccionaba artículos científicos, demostrando una curiosidad innata que le acompañaría durante toda la vida.

A los 11 años, el pequeño Julio, cansado de la férrea disciplina paterna y guiado por su temperamento soñador y sus ansias de viajar, escapa de casa y se enrola en La Coralie, un barco mercante con destino a las Indias. Su padre, Pierre, intercepta al joven fugitivo en una de las escalas del barco, regresando con él a casa, donde lo esperaba su madre, que lo reprende enérgicamente. Y le hace prometer que: "A partir de este momento sólo viajará en sueños". Una promesa que mantuvo a lo largo de más de ochenta libros que, según un informe publicado a principios de 1972 por la prestigiosa revista francesa París Match, recogiendo una investigación realizada por la Unesco, han sido traducidos a 112 idiomas, lo que coloca a Verne en segundo lugar en la lista de autores cuya obra ha sido trasladada a más idiomas, detrás de Karl Marx, traducido a 133 idiomas.

Obligado por su padre, Julio partió con 19 años a París para continuar sus estudios de leyes, terminados los cuales estaba destinado a incorporarse al bufete familiar en Nantes. En la decisión paterna también influyó el deseo de alejarlo de una prima de la que se había enamorado locamente. En París, sin embargo, Verne descubriría una nueva pasión, el teatro, a la que se dedicaría en cuerpo y alma lejos de la vigilancia de su inflexible progenitor.

Sus inicios literarios fueron difíciles, sus piezas de teatro no tuvieron una acogida demasiado favorable por parte del público, y no tuvo más remedio que recurrir a la docencia para sobrevivir. Desde 1852 hasta 1854 trabajó como secretario de E. Seveste, en el Théátre Lyrique, y publicó algunos relatos cortos en Le musée des familles, como Martín Paz (1852). En 1857 se convirtió en agente de Bolsa y empezó a viajar; visitó Inglaterra, Escocia, Noruega y Escandinavia, y continuó sus escritos.

Su primera obra de ficción científica es también la primera novela que completó. Se titulaba París en el siglo XX, y se da la circunstancia de que fue una de las pocas obras que tuvo que esperar hasta la muerte del escritor para ser publicada (de hecho no vio la luz hasta 1994).

Al parecer Pierre Jules Hetzel, su editor y amigo a lo largo de toda su vida, rechazó la novela por el pesimismo que encerraba, pues en ella se presentaba una sociedad del siglo XX en la que la gente tenía una desquiciada vida cien por cien materialista, obsesionada por el dinero, el éxito profesional y la tecnología, una elocuente primera muestra del talento profético de Verne. Julio Verne publicó en 1863 el primero de sus 60 Viajes extraordinarios, Cinco semanas en globo. La serie, prolongada a lo largo de toda la vida creativa de Verne, incluiría la totalidad de las obras inmortales del escritor, como Viaje al centro de la Tierra, De la Tierra a la Luna o Los hijos del capitán Grant. En el año 1869, antes de su aparición en la propia Francia, aparece publicada en España 20.000 leguas de viaje submarino. El hecho de que apareciera primero en España se achaca a la amistad que unía al editor Hetzel y a Guimerá, el traductor español de las obras de Verne.

Conocedores de la vida de este genio literario tengan no pocos puntos oscuros en su biografía, puntos que en muchas ocasiones se han rellenado con mitos y leyendas de difícil justificación y en otras han suscitado misterios aún por resolver. Una de las facetas menos conocidas de Verne es su pretendida homosexualidad (teoría apoyada por su afición a organizar bailes de travestidos y la relación sumamente íntima que mantenía con algunos de sus amigos). En sentido contrario, también se ha escrito mucho de su amor secreto con madame Duchéne, que habría sido su amante durante muchos años.

La tumba de Verne está cargada de simbolismo hermético. Soy el más desconocido de los hombres, solía decir el novelista.

¿QUIÉN ERA VERNE?

Verne nos describe en muchos de sus libros paisajes de lugares que nunca visitó más que con su prodigiosa imaginación. J Sus descripciones geográficas, extremadamente minuciosas y exactas, tenían como origen los miles de libros y revistas de todo el mundo que se amontonaban en su nutrida biblioteca y que devoraba con pasión y aplicaba en sus escritos haciendo gala de su prodigiosa memoria. Pero por otra parte, y en contra de un mito muy extendido sobre el autor, hay que apuntar que Verne sí viajó y mucho. Verne disfrutaba viajando y era un avezado marino, siendo la navegación uno de sus pasatiempos favoritos. El año 1886 fue el único en el que no tuvo más remedio que abstenerse de viajar, debido a que su sobrino Gastón, con el que hasta ese momento mantenía una magnífica relación, le disparó en una pierna en un arrebato de furia al negarse Verne a prestarle dinero. Verne quedó cojo para el resto de su vida. Verne organizaba cruceros de placer con amigos y familiares inspirándose en muchos de estos viajes para escribir algunas de sus novelas.

En la soledad de su estudio, Verne viajaba con la imaginación más lejos de lo que lo hubiera hecho cualquier hombre antes que él.

¿Quién era Julio Verne? ¿Un escritor? ¿Un profeta? ¿Un científico? Para muchos el autor francés fue un visionario a la altura de Nostradamus, un hombre capaz de prever con visión de largo alcance muchos de los adelantos científicos que nos traería el siglo XX, un hombre que fue capaz de adelantarse en el tiempo de una forma asombrosa. Otros afirman que Verne no hizo más que inventar sus máquinas a partir de la información científica de la época.

Verne nos describe en muchos de sus libros paisajes de lugares que nunca visitó más que con su prodigiosa imaginación.

Es posible, pero cuando Verne recrea la idea de utilizar una máquina con el objetivo de dominar el espacio aéreo en Robur el conquistador, los dirigibles y mucho menos aviones o helicópteros no existían ni en la imaginación de los más extravagantes científicos, lo cual no es impedimento para que él describa con minuciosidad los principios de su funcionamiento.

Verne tuvo igualmente a su cargo la primera descripción de los modernos submarinos en 20.000 leguas de viaje submarino, obra en la que se anticipó a otro formidable invento, el uso de escafandras para mantenerse bajo las aguas. En esta novela se presenta a uno de los personajes más logrados de su carrera literaria: el capitán Nemo, un proscrito de temperamento apasionado, hostil e iracundo pero dotado de un gran corazón que no muestra a nadie, rodeado por un manto de misterio que esconde una identidad entroncada en la nobleza y con una tragedia desconocida pesando sobre su conciencia. Se ha señalado en múltiples ocasiones que Nemo es un alterego del propio Verne. Ambos viven encerrados, solos e incomprendidos, el primero en su buque, en su despacho, ambos rodeados de secretos que guardan celosamente.

Pero será en otra obra mucho menos conocida, Los 500 millones de la Begún, donde Verne hace una de las más ¡impactantes y controvertidas predicciones, ya que aquí no se movía en el terreno de las invenciones, sino de la sociología y la historia por venir. Y es que en esta obra mostró a las generaciones futuras lo que sería en el siglo XX el ascenso del fascismo y de su tristemente célebre caudillo, Adolfo Hitler, el cual guarda una asombrosa similitud con el Herr Schultze de su novela. Otra anticipación controvertida es la de la bomba atómica. En Ante la bandera, publicada en 1896, Verne hace la siguiente descripción: "Este aparato estallaba, no al chocar contra el objeto, o sea el blanco de la puntería, sino a una distancia de cientos de metros, y su acción sobre las capas atmosféricas era tan enorme que toda construcción, ya fuera una fortaleza o un buque de guerra, debía quedar aniquilada dentro de una zona de diez mil metros cuadrados...

De la Tierra a la Luna

En La casa de vapor el autor francés hace una profecía bastante más amable y describe una casa rodante, en la cual un grupo de personas viajan a través de la India tal y como hoy podría hacerlo una familia de turistas en una auto caravana.

No obstante, si hay una obra de Verne en la que se puede hablar de genuina profecía, ésa es De la Tierra a la Luna. Con gran intuición Verne ubica situación casi exacta del actual Cabo Cañaveral, desde donde despegó la tripulación del Apolo XI más de cien años después de escrita la novela. No sólo eso, el proyectil lanzado en la novela del francés contenía una tripulación de tres hombres, ambos artefactos son lanzados desde Florida y observados por medio de un telescopio gigante desde las Montañas Rocosas, y ambos caen en el Pacífico con sólo cuatro kilómetros de diferencia. Hasta los más escépticos han tenido que admitir que la anticipación de Verne era impresionante.

aun asombra la precision de detalles con la que Verne anticipo el viaje a la luna

La computadora es uno de los tantos dispositivos modernos que le han sido atribuidos a Verne. En París en el siglo XX escribe: "Presionando las teclas de un teclado se obtenían instantáneamente las sumas, las restas, los productos, los cocientes, las reglas de proporción, los cálculos de amortización y de intereses compuestos por períodos infinitos y a todas las cuotas posibles. ¡Había notas altas que daban hasta un 150%! Nada más maravilloso que estas máquinas…

Julio Verne escribía, soñaba con máquinas milagrosas que nunca llegaría a ver más allá de su intelecto. Su fértil imaginación trabajaba sin descanso elucubrando futuros imposibles con los que entretener a sus lectores.

 

El día en que el genial escritor falleció, ninguna de sus invenciones se había hecho realidad. Pero las décadas siguientes irían convirtiendo lo que en principio parecían simples novelas para jóvenes en verdaderas profecías, en vaticinios imposibles de explicar por la simple casualidad. Es por ello que hoy nos preguntamos: ¿cuál era el secreto de Julio Verne?

Phineas Fogg, prototipo del heroe de verne, es un personaje en el que tambien se ha querido ver simbolismo.
la pluma de verne desgrano el espiritu de una revolucion tecnologica que cambio el mundo

la tesis del Verne masón, sin embargo, se apoyan en pistas como la descripción de ritos masónicos más o menos velados en algunas de sus obras. También es sabido que cultivó la amistad de masones, algo que   era tan difícil en los ambientes literarios franceses de aquella época. Para los defensores de esta hipótesis, la tumba de Verne en Amiens sería su último legado. Las proporciones, de indudable y la escultura con el brazo levantado que se apoya en la piedra cubica masónica son las principales pistas en el lugar de reposo del escritor. Asimismo, el epitafio contiene un claro mensaje alquímico: "Hacia la inmortalidad y la eterna juventud".

Foto de la ilustración de 1937, inspirada en la novela 20.000 leguas de viaje submarino, dibujada por Zdenek Burias.