Chupacabras

Caso Chupacabras cobra fuerza
El creciente interés del senador de Renovación Nacional, Carlos Cantero, por conocer el resultado de las pericias policiales aplicadas el año pasado a la misteriosa muerte de animales en Calama, y el último testimonio de una familia que sufrió un ataque de histeria después de encontrarse cara a cara con una extraña criatura en la Cuesta de Montecristo, crean un ambiente de tremenda expectación en la comunidad, la que sin duda está ávida por conocer los verdaderos alcances de un fenómeno que hace rato viene provocando polémica en la Provincia El Loa.

¿El destino ofrece una nueva oportunidad a las policías y organismos competentes para investigar con verdadero rigor científico y amplitud de pensamiento una situación demasiado pendiente?.

Puede ser, sin embargo, hay que considerar que no siempre el hombre tiene una respuesta concluyente e irrefutable a los caprichos de la vida; a veces es mejor admitir que hay hechos difícil de comprobar antes que ofrecer una solución poco creíble y débil en argumentos.

Muerte masiva de animales en circunstancias difíciles de explicar:

Existen varias teorías acerca de cómo es un Chupacabra. Algunos testigos lo han descrito y dibujado, otros han construido muñecos lo más semejante posible. Pero en realidad no existe una fotografía totalmente convincente y real acerca de esta criatura.

Se dice que este es el cadáver de un Chupacabras

Supuestos Chupacabras

Dibujo de cómo se supone es un Chupacabra. Se dice que parece un murciélago y vuela.

Esta criatura parte murciélago, parte canguro, parte alien Gris es un asesino de ganado. Se ha descrito al Chupacabras como alrededor de 1.20 metros de altura, con un extraño peso de 32 kilos y olor a sulfuro. Tiene una piel manchada, parecida a la de una rana, y puas en la cabeza y espalda. Con tres dedos y garras en las patas traseras, y dolorosamente delgadas uñas en las garras de los brazos.

Su cara está acentuada por una boca sin labios y con colmillos, y unos ojos rojos enormes. Dicen que salta o vuela hacia los arboles, y ataca rápidamente desde caballos hasta pollos, chupándoles completamente la sangre. Los dibujos de este ser desconocido evocan a la fusión de un alien Gris con un animal terrestre.

Algunos de los casos del Chupacabras son fascinantes como: el complejo industrial que no podía encontrar a ningún agente de seguridad que trabajara en el cementerio, porque tres criaturas parecidas al Chupacabras habían sido vistas rondando hace poco tiempo; las personas que esperaban el bus a plena hora del día, y que vieron al Chupacabras caminar por la vereda; el conductor que esperaba en una luz roja y que pensó que un perro cruzaba la calle delante de él, sólo para darse cuenta que era una criatura que nunca había visto antes; la mujer que miraba por la ventana en medio del huracán Luis y que vio al Chupacabras parado afuera, sin importarle la lluvia, el viento, y la tormenta; y el hombre que disparó con una ametralladora hacia la criatura, pero tuvo miedo de reportarlo a la policía por la posesión ilegal del arma.

EL CHUPACABRAS
El nacimiento del chupacabras, al menos en su edición moderna, se remonta al mes de marzo de 1995, cuando los vecinos de los municipios de Orocovis y Morovis en el interior de Puerto Rico descubrieron que los animales de las granjas eran atacados de una forma sensiblemente diferente a la habitual en los animales salvajes o en el hombre.

Conejos, pollos, cabras, etc. empezaron a ser encontrados totalmente desangrados, apareciendo los cadáveres con un simple y pequeño orificio, especialmente en la garganta. La plaga se extendió por la isla rápidamente.

Las primeras descripciones del misterioso asesino no aparecieron hasta seis meses después de la aparición de la epidemia. Fue en septiembre del pasado año cuando fue observado por Madelyne Tolentino, una ama de casa de Canóvanas, al este de San Juan.

Ésta y otras observaciones paralelas lo bautizaron en la zona como "El canguro" y "El conejo".

Las descripciones lo presentaron como una horrosa entidad semejante a un canguro con colmillos y con un abombamiento en sus en sus ojos rojos y sus bocetos corrieron por toda la region.

Pero en Puerto Rico se iban sumando cadáveres al guarismo del vampiro. Nuevos aterrorizados testigos hacían sus descripciones y los artistas daban forma a sus palabras: humanoides, depredadores de pata hendida y retorcidas gárgolas de catedral. El terror estaba sembrado en las zonas rurales.

Las autoridades municipales organizaron unas doscientas partidas para capturarlo. Sectores políticos reclamaron una investigación oficial a un gobierno que ignoraba los dantescos hechos.

Algunos científicos señalaron que los responsables debían ser monos, perros u otro animal exótico que habite libremente en el país. Las necropsias no establecieron un patrón único de muerte: traumas en el cuerpo, infecciones bacteriales, perdida de sangre.

Pero los canovenses que decían haberlo visto, estas teorías estaban muy lejos de la realidad: Yo quisiera tener de frente a la gente que dice que el "chupacabras" es un perro o un mono, que me les voy a reir en su cara. No hay quien me diga que el monstruo ese que yo vi era real. Yo lo vi con estos ojos y no estoy loco, señaló exaltado el pescador Luis Angel Guadalupe.

El hombre narró que hace un par de meses se encontraba pescando con su cuñado cuando de pronto "una cosa horrible y con alas" se le presentó. Del susto el pescador soltó lo que tenía entre manos y se fue corriendo.

Entonces nos persiguió a mí y a mi cuñado hasta llegar a mi casa. Después de ese día no lo he vuelto a ver.

Durante las primeras semanas de 1996, los ataques del chupacabras comenzaron a menguar, pese a que las referencias de la prensa sobre su actividad no habían disminuido.

Las temperaturas en esa época del año son frías con lo que se pensó en una posible hibernación en las montañas de la selva tropical de El Yunque, o en alguno de los muchos sistemas de cavidades que hay en las isla, especialmente alrededor de Aguas Buenas, a unos 50 kilómetros de San Juan.

Pero la tranquilidad no duraría mucho. Las alas del maligno ensombrecieron de nuevo la vida de los portorriqueños.

A principios de marzo Arturo Rodríguez, un granjero del Barrio Sumidero, en Aguas Buenas, notificó la pérdida de 30 gallos luchadores y gallinas. Los animales tenían punzadas en su garganta y en el cuerpo.

El sábado 9 de marzo, un chico llamado Ovidio Méndez estaba enterrando una gallina muerta cuando observó un extraño ser de 1,20 de altura caminando a dos patas. Su cuerpo era gris obscuro, poseía ojos alargados rojos, largos colmillos y las manos en forma de garra.La policia no encontró nada.

De todas formas no todas las personas estaban de acuerdo en que el Chupacabras fuera el responsable de las muertes de los animales. Una mujer creía que su conejo había sido asesinado por un perro.